Algo me decía que no era un Cocker Spaniel

Como os comentaba en la entrada anterior, mi amor por el Cavalier viene desde muy pequeña, para ser exactos desde que ví la pelicula de Disney 'La Dama y el Vagabundo'. Quedé enamorada de Reina, ese hociquillo tan pequeñito y respingón, ese pelo y sobre todo esas orejas maravillosas. Desde ese día decidí que lo que yo quería era un perro con coletas, porque para mi aquellas orejas en realidad eran coletas y así se lo hacía saber a mi madre siempre que tenía ocasión : "Mamá, yo quiero un perro con coletas", y ella pensaba que lo que yo quería era un Yorkshire...
Tiempo después me dijeron que la Dama era un Cocker Spaniel, pero algo me decía que no, el Cocker es un perro bonito, pero no tenía ni la fisionomía ni el hocico de Reina, así que no debia serlo. Finalmente llegué a la conclusión de que se trataba de un dibujo animado, simplemente, y que debía dejar de pensar que existía un perro así de bello.

Pero me hice mayor, me vine a vivir a Valencia y un día esperando en un paso de peatones para cruzar miré a mi izquierda y justo a mi lado, medio metro más abajo ¡estaba Reina! Ese era el perro con el que había estado soñando durante toda mi infancia, la raza que creía que no existía y estaba a mi lado. Podía haber preguntado el dueño de qué raza era su perro, pero me dio apuro y dejé pasar la ocasión. Ya en casa seguí dándole vueltas al asunto, y aun que por una parte me sentía feliz sabiendo que existía, por otra me sentía frustrada porque seguía sin saber qué raza era esa.
No debió pasar un mes cuando de repente viendo la televisión, en la serie 'Sexo en Nueva York' apareció una de las protagonistas ¡paseando a su Cavalier! ¡No podía creerlo, esta vez sabría qué raza era esa que me tenía cautivada! Así que salí corriendo hacia el ordenador y puse en el buscador de Google 'perro de sexo en Nueva York' ... y pude leer,Cavalier King Charles Spaniel, entonces pulse en el buscador de imágenes y fui infinitamente feliz al descubrir que finalmente aquella niña enamorada de la Dama y obsesionada por tener un perro con coletas, tenía razón, aquel perro existía.